Habilidades personales
Ha llegado el momento de mejorar tus habilidades. El mundo del trabajo en las ONG, como otras realidades, es muy competitivo, por eso es fundamental perfeccionar y desarrollar las competencias más solicitadas. En primer lugar, conocimiento de idiomas. Dominar uno o más idiomas extranjeros es una gran ventaja, especialmente para aquellas organizaciones que operan en escenarios internacionales. Además de ayudarlo a trabajar en el extranjero, sus habilidades lingüísticas le permitirán comunicarse mejor con diferentes grupos de donantes, instituciones, medios de comunicación y personal, incluso cuando opere en Italia. Pero la competencia lingüística por sí sola no es suficiente. También se necesita una fuerte flexibilidad cultural. Para ser un gran candidato, asegúrese de adaptarse a diferentes contextos y conocer las diferencias en su entorno laboral. Imagine, por ejemplo, que está operando en zonas de conflicto con fuertes conflictos religiosos. O tener que idear campañas de captación de fondos, dirigidas a donantes de un área geográfica concreta: debes poder salir sin dificultad en entornos diferentes y heterogéneos. Además, prácticamente todas las organizaciones no gubernamentales exigen, como requisito indispensable, el respeto por culturas y estilos de vida distintos a los nuestros. Nunca olvides eso. Durante el curso del estudio se pueden desarrollar habilidades como el conocimiento de idiomas y la flexibilidad cultural. Pero también a través de experiencias personales, como viajes o periodos de voluntariado. Por lo tanto, no deje de especificar su trayectoria de vida no curricular en su plan de estudios. A menudo, puede representar un arma extra durante la selección.
Experiencia laboral
Tu experiencia es importante. La experiencia laboral de un candidato le proporciona a la organización cuáles y cuántas habilidades ha acumulado. Pero si tienes poca experiencia (o aún no la tienes), apuesta por las muchas ofertas de prácticas y prácticas. Es un primer trampolín para aquellos que quieran introducirse en el mundo laboral. Pero también podría ser una herramienta muy útil para aquellos que quieran volver al juego, cambiando de trabajo y perspectivas. Este período de formación laboral te resultará muy útil en tu crecimiento y te permitirá trabajar junto a profesionales y expertos que tienen mucho que enseñar. A menudo, muchas ONG ofrecen diferentes períodos de prácticas, a veces en asociación con universidades. Casi todas las ofertas están disponibles en los sitios principales de las organizaciones. Pero si no encuentras lo que te interesa, puedes contactarlos directamente, con un correo electrónico o una llamada telefónica, quizás proponiéndote como voluntario. Porque el voluntariado, aunque solo sea por unas pocas horas a la semana, es un arma importante para generar profesionalismo, mejorar tu CV y construir tu propia red de relaciones. De hecho, suele ser el método más común de adquirir la experiencia adecuada para trabajar en una ONG. Además, es una actividad que enriquece desde el punto de vista humano y devuelve un conocimiento más profundo de nosotros mismos, en cuanto a habilidades y actitudes. Después de todo, tienes que empezar por algún lado.
¿Te gustó el artículo? Es tiempo de empezar a contratar trabajo en una ONG.
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